Esta mañana hemos bajado al sagrario de la iglesia parroquial para despedirnos de nuestro amigo Jesús. Le hemos dado gracias por los amigos, familias, alumnos y profesores, vacaciones... por todo lo que a cada uno ha sentido necesidad de agradecer. Lanzábamos un ovillo de lana que tejía una unión entre nosotros y Jesús. Nos hemos llevado un trocito para recordar este ratito de oración personal con Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.